La familia de Becki Allen y Lian Tierney, es una familia muy hermosa. Ambos, ya tenían una hermosa hija pero con el tiempo, decidieron tener otro bebé, por lo que decidieron intentar concebir nuevamente. Luego de un tiempo, Becki quedó embarazada, pero la mujer experimentaba fuertes y recurrentes dolores de cabeza, por lo que pensaron que el embarazo tenía algunas complicaciones, sin embargo, al acudir al doctor se llevaron una gran sorpresa: estaban esperando trillizos.
Luego de este miedo, todo marchaba bien, pero a la semana 31 de gestación, la madre comenzó a sentir contracciones. Los bebés eran muy pequeños aún pero los médicos tuvieron que practicar una cesárea de emergencia. Por suerte, los bebés pudieron recomponerse y solo 6 semanas después de estar en cuidados intensivos, pudieron llevarlos a casa.
En el caso de los trillizos, lo más común es que se los bebés se desarrollen en distintos óvulos, por lo que también son diferentes físicamente.
Al pasar las semanas, Becki y Liam se dieron cuenta de que les costaba mucho diferenciar a sus hijos, los tres parecían ser idénticos. Es por esto, que les practicaron un examen de ADN para determinar qué pasaba y la verdad los dejó a todos sorprendidos. Los médicos estaban asombrados por la noticia, pero resulta que los 3 bebés se desarrollaron en 1 solo óvulo, por lo que sí eran idénticos, genética y físicamente.
Afortunadamente, los padres ya aprendieron a diferenciar a sus hijos. La madre comenta que cuando están dormidos, les cuesta mucho saber cuál es cual pero cuando están despiertos, tienen personalidades completamente opuestas.