Para el año 1986, en el mes de agosto, un extraño y muy impactante acontecimiento ocurrió en el lago Nyos, que fue formado por un cráter volcánico, al noroeste de Camerún.
Durante una noche, el lago cambió extrañamente de color e hizo que miles de toneladas de dióxido de carbono se extendieran por un radio de 25 kilómetros, acabando con la vida de 17646 personas y más de 3500 animales.
La mayoría de las personas que murió, lo hizo mientras dormía lo que se convirtió en una realidad espeluznante a la hora de despertarse y descubrir que se encontraban rodeados de cadáveres sin razón aparente.
Actualmente, continúa siendo uno de los desastre naturales más impactantes de la historia y los científicos aun no sabe con exactitud qué lo provocó. El lago se encuentra normalmente con grandes cantidades de dióxido de carbono hundidas en las profundidades gracias a la presión y a las frías temperaturas por lo que se evaporan poco a poco, pero algo en algún momento de esa fatídica noche, hizo que el lago lo expulsara rápidamente, esparciéndose a ras del suelo, pues este es más pesado que el suelo, llegando rápidamente al pueblo de las cercanías.
Algunos expertos creen que pudo haber sido un sismo o una erupción volcánica, incluso un deslave, los que pudieron detonar esta silenciosa tragedia.
Para prevenir que algo así vuelva a ocurrir otra vez, las autoridades instalaron tubos que succionan el dióxido de carbono, lanzándolo gradualmente al aire, en cantidades moderadas que no representen mayor riesgo.
La zona, sin embargo, continúa siendo un lugar de riesgo, por lo que sinceramente espero que medidas que fueron tomadas por en gobierno del país, sean efectivas.
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