Uno De Sus Hijos Le Regaló Un Pasaje A Colombia, Pero cuando Llegó Se Dio Cuenta De La Cruel Verdad

Inesperado Viaje Termina De La Peor Forma

La anciana mujer de las imágenes viajó a Colombia pues uno de sus tres hijo le obsequió un pasaje de avión desde ciudad de México hasta la capital de Bogotá. Ella pensaba que se trataba de un paseo que realizarían juntos, por supuesto. La mujer tiene  80 años de edad y es de identidad desconocida. Según cuenta la historia, abordó el vuelo sin jamás sospechar el verdadero propósito del inesperado viaje. Al llegar a la ciudad de Bogotá, se dio cuenta que su hijo había planeado el viaje para deshacerse de ella y dejarla abandonada a su suerte. Durante horas permaneció en el aeropuerto internacional, a raíz de lo cual despertó la atención de las auxiliares de vuelo quienes dieron cuenta de la situación a personal del aeropuerto.

 

Univisión dio detalles con respecto al caso. El tema era que hace un tiempo que la anciana mujer yacía enferma y con severas dificultades para movilizarse, lo que se habría convertido en un verdadero problema para sus tres hijos, quienes cuidaban de ella de la peor manera posible y ya no daban más con dicha responsabilidad.

Esta aberrante llegó a oídos de autoridades colombianas, quienes trasladaron a la mujer hasta un centro asistencial, en donde se le diagnosticó infección urinaria y un severo cuadro de deshidratación. Posteriormente, fue llevada hasta una residencia para adultos mayores en la ciudad de Bogotá, en donde deberá permanecer hasta encontrar a alguien que pueda hacerse cargo de ella.

Más allá de proporcionarle una residencia temporal, las entidades gubernamentales intentaron comunicarse con sus hijos, quienes habrían manifestado que no deseaban seguir haciéndose cargo de su anciana madre. A raíz de que la mujer no tiene más familiares vivos, autoridades manejan la posibilidad de otorgarle una residencia definitiva en Colombia.

La verdad, es una historia que desgarra el alma y a la vez nos pone en alerta, pues no sabemos dónde estaremos a los 80 años de edad y qué será de nuestros seres queridos. ¿Serán capaces de darnos el mismo cuidado que nosotros les dimos de niños?

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