El reno provoca mucha simpatía entre niños y adultos debido a la relación que tiene con las diferentes tradiciones navideñas alrededor del mundo, por lo que se le considera un animal tierno. Además de que su forma, su pelaje y sus cornamentas son majestuosos e imponentes.
Están preparados para sobrevivir climas extremos, ya que tienen gran fuerza y resistencia y su cuerpo tiene las características para adaptarse a el. Es por eso que pueblos nómades los eligen como compañeros de viajes. Descubre la estrecha relación que tienen con la tribu Dukha de Mongolia.
Una tribu nómada vive en comunidad con cientos de renos en las montañas de Altai, en la zona exterior de Mongolia, Asia Central.
Las apacibles y tranquilas vidas de estos jinetes de renos, llevan fascinando desde hace generaciones a viajeros de todo el mundo.
En el año 518 aC, el poeta griego Píndaro, bautizó esta región como “Hiperbórea”, un lugar de ensueño donde sus gentes viven pacíficamente sin conocer “la enfermedad, el amargor de la vejez y con la mano lejos de la obra y la batalla”.
Hoy la tribu responde al nombre mongol de “Taïga Dukha” y esa región de ensueño es conocida como “la sierra de Taïga” en Khövsgöl, Mongolia.
La Taïga se encuentra delimitada por la frontera de Rusia y el remoto valle de Darkhad.
A pesar de su gran inaccesibilidad y lejanía, la zona está considerada como lugar protegido.
Aunque la tribu Dukha habita la zona, no son una fuerza dominante. Conviven en armonía con la naturaleza y comparten su espacio con una increíble variedad de animales.
Caballos salvajes, osos, águilas y lobos son comunes a los paisajes de Khövsgöl, pero ningún animal le gusta tanto a un Dukha como los renos.
Y es que los Dukha llevan generaciones criando y domesticando renos hasta convertirlos en una especie dócil y amigable. Su interés nunca ha sido el de pastorearlos como el ganado y comer su carne, sino el de ayudarse de su fuerza, por ello sus prácticas de cría de renos es plenamente consciente de la conservación de la zona y la biodiversidad.
Los renos son para ellos un gran medio de transporte en un medio hostil, que les permite desplazarse, cazar y viajar de ciudad en ciudad. Por todas esas razones, los Dukhas cuidan y respetan profundamente a sus compañeros.
Más allá de los renos, los Dukha tienen más tradiciones, una que implica a otro animal al que respetan y admiran, la caza con águilas.
Los Dukha práctican el Tengrianismo, una religión chamánica que cree en el totemismo, la conexión espiritual con los animales, las plantas y los seres espirituales.
Tal es su respeto, que uno de los títulos más honorables que pueden ser transmitidos de generación en generación dentro de la comunidad, es el cazador con águilas.
Este cazador, será el encargado de domesticar y entrenar a las águilas para cazar pequeñas presas que servirán de sustento a toda la comunidad.
(Fuente: messynessychic)
Las fotografías fueron tomadas por Hamid Sardar-Afkhami, quién disfrutó de algunos meses de convivencia con esta increíble tribu del Himalaya. La vida de ellos es increíble, lejos de la tecnología, lejos de la ciudad, del ruino y la contaminación. Solo conectados directamente con la naturaleza, parece algo sacado de una historia o leyenda.
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