Los mayas fueron una civilización muy importante dentro de la cultura mundial. Dejaron huella tanto en logros científicos, astronómicos y de agricultura que han trascendido épocas e incluso hoy en día se ocupan o fueron la base de cosas que existen hoy en día. Con una cultura muy potente tuvieron su apogeo hace más de 2000 años, pero aún se les recuerda con claridad.
Obviamente, en aquellos tiempos los cánones de belleza era n muy diferentes a los que vivimos hoy. No existían las modas de ropa o peinados, pero sí usaban una inusual forma de embellecerse. Cada vez cobra más sentido el dicho “para ser bella hay que ver estrellas”, porque su método es de las cosas más dolorosas que verás.
Era frecuente que los mayas acudiesen al “dentista”, pero no para hacerse limpiezas o empastarse una muela, sino para que les decoraran sus dientes con piedras preciosas.
Los antropólogos descubrieron que todos los ciudadanos mayas decoraban sus dientes, sin importar la clase social a la que pertenecían. Debía ser una especie de moda ancestral, de la que todo el mundo debía ser partícipe.
Puede que el resultado fuese genial, pero el proceso debía ser terriblemente doloroso. El dentista utilizaba un “taladro” hecho a mano y muy rudimentario para hacer un agujero en el diente. Después utilizaban un adhesivo natural para fijar la gema al hueco del diente.
Aunque la práctica pueda parecer un tanto rudimentaria, era una técnica bastante avanzada para su tiempo.
Para no romper el diente o dañar el nervio, los dentistas mayas tenían que hacer gala de su maestría y precisión. El resultado es prácticamente perfecto, por lo que se demuestra que poseían un gran conocimiento de la anatomía dental.
(Fuente: viralnova)
Las capacidades y conocimientos que tenían de la salud, son realmente asombrosos. A pesar de la época y la mínima tecnología que poseían, sus conocimientos eran increíbles. Una muestra de belleza que para nosotros puede parecer rara, pero para la época era la mejor forma de lucir bien.
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