El 20 de febrero de 2016, un tierno burrito miniatura quedó huérfano luego que su madre fuera atropellada por un automóvil. Afortunadamente, Marina Melis, quien hace 23 años se dedica a rescatar burros en la Isla de Bonaire (Países Bajos), se enteró del caso y acudió en ayuda de este pequeño.
Perry, como llamó a este lindo burrito, fue trasladado a Donkey Sanctuary Bonaire, un lugar donde atienden a burros como Perry o aquellos que han sido abandonados o han sido víctimas de maltrato.
En el santuario se han encargando de entregarle todos los cuidados que su madre no pudo y ahora está siendo alimentado con biberón. Además se ha hecho amigo de otros animales que comparten el espacio con el y que han pasado por las mismas dificultades.
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