El rechazo nunca es fácil de asimilar, sobre todo cuando viene de alguien a quien se quiere mucho. Pero como dicen, la venganza es un plato que se sirve mejor frío; y en este caso hasta con músculos.
Eso es exactamente lo que le ocurrió a Miro Judt, joven inglés de 28 años. Un día su novia terminó su relación de 6 años por una simple razón: él estaba demasiado gordo y ya no le parecía atractivo.
Miro pesaba 133 kilogramos antes de que Roxana resolviera que no valía la pena seguir en su relación con él. Según afirma Miro, en esa época tenía mucho tiempo libre y se la pasaba comiendo papas fritas, comida rápida y dulces. Nunca se dio cuenta de cómo eso podría impactar en su relación amorosa.
Por ello, tras la ruptura Miro cayó en una depresión muy grande, sin embargo, a diferencia del común de las personas, tener el corazón roto provocó en él un efecto positivo: decidió que nunca más se sentiría mal por su aspecto físico.
“Que mi novia me dejara después de tantos años de relación me abrió los ojos. Me hizo a un lado tan fácilmente que nunca pensé que podría sentirme bien. Estaba herido, pero decidí que le demostraría que soy mucho más que como me veo”, declaró Miro a algunos medios locales.
Lo primero que hizo fue dejar la comida chatarra de lado, no más hamburguesas, pollo frito y refrescos, ahora le daba la bienvenida a comidas más saludables. Luego, fijó su meta en el gimnasio.
Luego de asesorarse con fisicoculturistas y de contratar a un entrenador personal, comenzó el difícil camino a la transformación de su cuerpo. Luego de largos 6 meses comenzó a notar un cambio positivo, continuó su rutina por casi un año y perdió 40 kilos, el resto lo hizo músculo.
No sólo mejoró su físico, sino que también su autoestima cambió, y con eso conoció a Victoria, una hermosa modelo de la que se enamoró perdidamente. Una vez más encontró el amor y llevan un año juntos.
Hace algunos meses Judt comentó que había encontrado a un ex mientras estaba de compras. Ella quedó impactada con el cambio de su ex novio y comenzó a buscarlo nuevamente. Él la rechazó diciéndole que era una lástima que no apreciara lo que le había dado, y que ya tenía a alguien más, una chica que no estaba con él por su físico sino por su corazón.
La lección de todo esto es: “si en verdad quieres a alguien y necesita ayuda, apoyalo; te sorprendería el potencial que puede tener”.
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