La vida de hoy en día es cada vez más agitada y no hay nadie que no lo haya notado. Tenemos largas jornadas laborales y la competencia que está afectado a la sociedad es cada día más descarnada. En la mayoría de los países en desarrollo, los padres trabajan todo el día mientras sus hijos hacen su vida en los colegios o bajo el cuidado de sus niñeras. Lo cierto, es que el tiempo libre cada día es más escaso y era inevitable que el estrés llegara para quedarse.
Ahora hablaremos sobre el síndrome llamado Burnout o Síndrome del trabajador exhausto que es un tipo de agotamiento laboral que en muchos casos puede producir malestar crónico. Se caracteriza por un extremo cansancio físico y mental, falta de motivación en todo tipo de tareas y sobre todo, en notorios cambios en el comportamiento de quienes lo padecen. El paciente se transforma, la presión lo convierte en alguien agresivo y desganado.
En un principio esta patología fue descrita en 1969 por el científico H. B. Bradley, quien lo llamó “Staff Burnout” del ingles “Burn Out” que significa quemarse y lo identificó en oficiales de policía que trabajaban con delincuentes juveniles.
Los expertos aseguran que es producto del agresivo sistema en el que estamos viviendo en la actualidad y que está lejos de disminuir, pues los casos están aumentando considerablemente desvalorizando las relaciones humanas. Según los estudios de psicología laboral, afecta mayormente a las personas que atienden al público, tales como docentes y ejecutivos de venta o que prestan ciertos servicio a terceros como personal sanitario.
Identifica los síntomas para que veas si lo tienes o no:
1. Agotamiento emocional, fatiga y poco ánimo.
2. Sensación de depresión.
3. Ataques de pánico o relación de los síntomas con el trabajo.
4. Aparición de síntomas psicopatológicos en personas “normales”, debido a la extrema presión emocional.
5. Ineficiencia en el trabajo, poca concentración en cualquier actividad.
6. Cambio de actitud y desequilibrios en la personalidad antes no visibles.
7. Problemas para dormir.
8. Cambios en el organismo: caída del cabello, apetito casi nulo, problemas gástricos, etc.
Si estás con la mayoría de los síntomas, es necesario que vayas al doctor y veas un tratamiento. Quizás sólo deberías disminuir tu ritmo laboral o darte los días de descanso necesario para poder hacer un alto en la agitada vida. Siempre es la mejor opción el reaccionar a tiempo y somos los que mejor conocemos nuestro organismo y cómo funciona.
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