La gente introvertida (o en realidad cualquiera que prefiera quedarse leyendo una tarde en vez de salir con amigos al happy hour) es más inteligente, dice un estudio publicado en el British Journal of Psychology.
La investigación, realizada por la Sociedad Británica de Psicología, recogió datos de la vida social de 15 mil personas entre los 18 y los 28 años, concluyendo que “los individuos más inteligentes experimentan menor satisfacción con una frecuente socialización con amigos”.
Adicionalmente, encontraron que la gente que vivía en las ciudades tendía a ser más infeliz que aquella que vivía en áreas rurales o que reportó sentir una “mayor satisfacción” con su vida cuando podían ver seguido a sus amistades.
Esto tendría que ver con la teoría del “principio de la Sabana”, planteado en 2004 por el norteamericano Satoshi Kanazawa y que supone que la conducta humana está mejor adaptada para el ambiente ancestral de los primeros humanos que vivían en plena naturaleza, que para los entornos post-industriales en los que vivimos.
Por lo tanto, las “personas normales” serían más felices viviendo en un pueblo pequeño y socializando frecuentemente con amigos, mientras que los más inteligentes estarían contentos con lo contrario.
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