No por falta de razones los plátanos son una de las frutas más consumidas en todo el planeta: tienen mucha pectina (un tipo de fibra) y potasio (que preserva el buen estado de los músculos), además de intervenir en el control de la cantidad de agua en nuestro cuerpo.
También, la banana es una buena fuente de magnesio, antioxidantes y vitaminas C y B6. Esta fruta proporciona protección contra los radicales libres, que entran en contacto con nuestro cuerpo todos los días mediante la luz solar o cremas que nos ponemos sobre la piel.
Pero muchas veces no sabemos si realmente los hemos elegido bien al momento de comprarlos. Por ejemplo, mira la imagen a continuación ¿Cuál plátano elegirías?
Si elegiste las opciones 5, 6 ó 7 ¡tomaste una excelente decisión!
Resulta que las manchas oscuras en la fruta no significa que se hallen en mal estado, sino todo lo contrario: mientras más oscuro el plátano, mayor la cantidad de células inmunológicas defensivas que contiene. Y no es algo menos, pues estas células son responsables de producir TNF Alfa, una sustancia fundamental a la hora de combatir el cáncer.
Entre otras razones para convertir a las bananas en nuestra fruta favorita, te podemos nombrar:
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Ayudan a regular el tránsito intestinal
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Reduce las molestias del Síndrome Pre Menstrual en las mujeres
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Preserva el buen estado mental y la memoria
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Regula los niveles de estrés
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Previene la aparición de úlceras gástricas
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Ayudan a reducir la presión arterial
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Son una excelente fuente de energía
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Reducen la hinchazón
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Combaten la depresión
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Regulan la temperatura corporal
Cada plátano te aportará entre 80 y 100 kilocalorías por cada 100 gramos. Es un complemento ideal para sentirse satisfecho sin caer en la tentación de la comida rápida o el azúcar.
Además, el plátano es un alimento versátil que comúnmente se consume fresco, como fruta de mesa, pero que se puede incorporar como ingrediente en batidos, ensaladas de frutas, postres y como reemplazo del huevo en queques.
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