1 de cada 8 mujeres desarrollará cáncer de mama durante su vida, de acuerdo a la American Cancer Society. Ginecólogos suelen insistir en la importancia del autoexamen en la detección temprana de este mal, pero ¿cuán seguido lo hacemos?
La recomendación de la National Breast Cancer Foundation recomienda hacerse esta clase de exámenes una vez al mes. Sólo toma 15 minutos y su papel es vital: el 40% de las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama fueron detectadas por mujeres que sintieron una protuberancia en su seno. Acá te dejamos cinco pasos para que aprendas a hacerlo de la manera correcta.
1.Párate frente a un espejo con tus hombros derechos y tus brazos a los lados. Fíjate en el tamaño, forma y color de tus pechos, ¿ves alguna anormalidad? Comprueba si hay hoyuelos, arrugas o abultamiento de la piel, así como pezones invertidos, enrojecimiento o hinchazón.
2.Levanta tus brazos sobre tu cabeza y busca los mismos cambios que en el paso 1.
3.Mira si hay algún tipo de fluido saliendo de uno o ambos pezones.
4.Recuéstate y, usando tu mano derecha, toca tu pecho izquierdo. Luego haz lo mismo usando tu mano izquierda para chequear tu pecho derecho. Pon tus dedos juntos y usa las yemas de tus dedos para describir firmes y suaves círculos a lo largo de cada pecho. Hazlo desde la clavícula hasta el abdomen alto, y desde las axilas hasta el escote. Usa presión suave, media y alta en cada punto para sentir todas las capas del tejido mamario.
5.Repite el paso 4 sentada o de pie. Este paso será más fácil de hacer con la piel mojada, durante la ducha.
Si notas algo inusual, no entres en pánico: el 80% de las protuberancias no son cancerosas, pero siempre es necesario examinarlas con un médico para estar segura.
El mejor momento para hacerse este examen es unos días luego de tu período menstrual, o el día en que comiences una terapia de reemplazo hormonal. ¡Hazlo un hábito y tómate en serio tu salud!
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