Cuando un hombre sin hogar entró en la cafetería de Cesia Abigail hace dos semanas pidiendo ayuda, recibió un poco más de lo que esperaba. En lugar de darle algo de dinero o de comer, Abigail le preguntó “¿Por qué no tienes un trabajo? Para mi nada ha sido gratis ¿sabes?” El hombre llamado Marcus respondió: “Bueno, he cometido muchos delitos y nadie quiere contratarme así que ahora vivo en las calles y consigo dinero de la única forma que conozco, robando o pidiendo.”
Abigail decidió ofrecerle al hombre un trabajo lavando platos durante el día para que así trabajara por algo de dinero.
Cuando Marcus comenzó a prepararse para lavar los platos, Abigail le ofreció un sándwich. Antes de comer, guardó la mitad de la comida en papel de aluminio, salió corriendo y se lo dio a otra mujer sin hogar que estaba en la calle. “Eso realmente me conmovió,” señaló Abigail.
Después de un trabajo de dos horas, Abigail le pagó a Marcus y durante las últimas dos semanas ha continuado en su turno de dos horas de forma permanente.
“Algunos restaurantes ni siquiera dejan que usen sus baños. Yo no juzgo a alguien por su apariencia física, no trato a las personas sin hogar de una forma diferente Si los restaurantes y las empresas no hacen nada para ayudar a los menos afortunados, entonces se convierten en parte del problema “, dijo Abigail.
Abigail ha escrito la historia de Facebook, donde ya se ha compartido más de 38.000 veces.
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