Son muchas las mujeres que desean mantener sus senos firmes y saludables, sobre todo cuando ya están en la década de los 30 o los 40. Para cuidarlos, existen algunas formas naturales, que no demandan un esfuerzo extremo, que permiten conservar la firmeza que esta parte del cuerpo merece tener.
Como para casi todo (en lo que a nuestro cuerpo se refiere), el ejercicio es fundamental. Hay que tener presente que nuestros senos descansan directamente sobre los músculos pectorales, que si bien éstos no los sujetan, sí son un gran punto de apoyo, por lo tanto, lo mejor que podemos hacer es fortalecerlos. Si te decides a realizar un deporte, los mejores para fortalecer esta zona son: El remo, la natación y las pesas. Pero si no dispones de tiempo, medios o ganas, aquí te proponemos unos cuantos ejercicios que puedes realizar en tu propia casa.
Primero un ejercicio simple.
Este ejercicio es muy simple, pero eficaz. Solo debes sostener una pelota entre tus manos con los codos a la altura del pecho y presionarla. Puedes hacerlo mientras caminas o mientras miras una película, solo recuerda estar erguida, presionar repetidamente y respirar.
Al hacerlo sentirás cómo ejercitas los músculos que sostienen el busto. Sencillo, ¿verdad? Unos 40 minutos al día deberían ser suficientes para sentir los resultados.
Ahora unos ejercicios más gráficos.
Primero necesitarás:
- Una superficie plana.
- Una colchoneta, yoga mat o tapete.
- Un par de mancuernas. O puedes llenar dos botellas con arena y ajustar el peso a tu preferencia.
1. Recuéstate sobre tu espalda con las rodillas dobladas y eleva las mancuernas con ambos brazos estirados. Baja ambos brazos hacia tu pecho flexionando los codos. Recuerda mantener los codos abiertos a la altura del pecho. Luego eleva ambos brazos lentamente hasta estirarlos de nuevo.
2. Inclínate ligeramente hacia adelante con las rodillas flexionadas y deja que tus brazos caigan a la altura de tus hombros. Con los codos pegados al cuerpo, levanta las mancuernas hasta tu cadera y luego bájalas lentamente hasta volver a la posición inicial.
3. Este ejercicio es muy similar al #1, pero con ambas piernas elevadas. Además de trabajar el pecho, ejercitarás también la zona abdominal. ¡No te rindas!
4. Similar al #2, excepto que debes mantener los codos abiertos esta vez. No olvides flexionar las rodillas.
5. Para este ejercicio puedes usar una sola mancuerna. Recuéstate sobre tu espalda y estira ambos brazos hacia arriba de tu cabeza. Manteniendo los brazos estirados, eleva la mancuerna hasta la altura de tu pecho y luego vuelve lentamente a la posición inicial. Ten mucho cuidado de no soltar la mancuerna, o podrías golpearte.
6. Con los codos pegados al cuerpo, coloca las mancuernas a la altura de tus hombros. Eleva los brazos hasta estirarlos por encima de tu cabeza y luego vuelve a la posición inicial.
7. Este ejercicio requiere de mucho equilibrio, pero nada que no puedas lograr con un poco de práctica. Párate sobre una sola pierna y lleva tu peso hacia adelante mientras estiras la otra pierna hacia atrás. Recuerda alternar igualmente entre ambas piernas.
8. Sé que ya eres familiar con las lagartijas, y que probablemente las odies, pero son un excelente ejercicio para el pecho. Si todavía no tienes suficiente fuerza, intenta con las rodillas en el piso, pero vas a tener que incrementar el número de repeticiones.
Puedes empezar haciendo 4 series de 12 repeticiones de cada ejercicio. Cada repetición debe durar entre 3 y 5 segundos, así que recuerda inhalar y exhalar en cada una.
Para acelerar más el efecto, puedes hacer todos los ejercicios en una sola serie y descansar un minuto entre cada serie. Estírate, respira y no hagas más esfuerzo del que tu cuerpo pueda soportar. Si te resulta muy difícil hacerlo todos los días, puedes hacerlo dejando un día.
Muchos de estos ejercicios requieren que estés erguida, así que tu postura también mejorará naturalmente. Esto también ayuda a que tus pechos se mantengan firmes y en su lugar.
¿Te animas a realizar estos ejercicios y comprobar sus resultados?