Ser policía en Australia suena como un trabajo terriblemente peligroso, porque ya sabemos que está lleno de los animales más mortíferos del mundo, arañas, serpientes e insectos.
Pero también tienen canguros que tienen bebés canguros y, a veces, estos bebés quedan huérfanos por diversos motivos. Lamentablemente, eso es lo que le pasó a este pequeño llamado Joey, cuya madre fue golpeada por un camión.
El pequeño fue llevado al cuartel de la policía de Cue donde el oficial Scott Mason vio su adorable rostro y supo de inmediato que debía cuidar de él, a pesar de que él y su esposa acaban de tener un bebé. “Está muy deshidratado y desnutrido, pero estamos haciendo lo que podemos,” dijo Mason. “Mi esposa tiene un recién nacido y ahora yo también tengo uno”
Una gran obra la realizada por este oficial ya que cuidar del pequeño es un trabajo de tiempo completo porque debe ser alimentado cada 3 horas hasta que tenga 18 meses, cuando pueda dejar de beber leche.
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