Bailey, es un perrito mitad chihuahua mitad pomerano, y una de las cosas que más lo caracteriza es su espíritu travieso. Sus dueños siempre están recibiendo llamadas de sus vecinos por ser todo un conquistador en la localidad. Sin embargo, lo que impresionó a los padres humanos de Bailey fue cuando su otra perrita, Coco, una enorme mezcla de Mastín Inglés y Francés, dio a luz a un hermoso cachorro.
Fue el único de la camada, y decidieron llamarlo Nemo. Igual que el personaje de la película que es hijo único. Ahora todos viven juntos y felices con sus dueños Malachi Ferdinand, su hermana mayor Kaya y su madre Sandra Thomas en Inglaterra.
Nemo ya superó por más del doble el tamaño de su padre. Ya a sus 4 años, se nota claramente la diferencia de raza entre los padres y el hijo. A pesar de parecerse en el color a su padre, aún no alcanza el tamaño de su madre.
“Los paseo a todos juntos y la gente se sorprende. Desconocíamos totalmente que se habían cruzado. Ni siquiera pensamos que sería posible debido a su gran diferencia de tamaño. Bailey puede ser pequeño pero posee una gran personalidad. Se escapa y recibo llamadas de mis vecinos avisándome que está intentando meterse con sus perros. En cambio Coco es una perrita muy tranquila y amable. Nemo es un perro amoroso y feliz”.
Tiempo después, Coco tuvo una camada de 11 perritos y se sospecha que nuevamente, Bailey es el padre. Lo importante es que a pesar de sus diferencias son una familia canina muy feliz.
Parece que es verdad eso de que uno no elige de quien se enamora. Comparte la historia de estos adorables perritos.