Colgado boca abajo en un cuarto oscuro, este perro de 2 años de edad, fue golpeado constantemente para hacer su carne más tierna. Sus piernas estaban atadas con tanta fuerza que se infectaron y empezaron a pudrirse por lo que su carne ya no fue útil así que lo abandonaron a su suerte en una bolsa de basura en una zona de Corea del Sur. Por suerte, fue encontrado a tiempo.
Para salvar su vida, todas sus patas debían ser amputada pero sus ojos aún brillaban con esperanza. “Ella sobrevivió y al día siguiente de la cirugía ya estaba tratando de caminar. Sonreía y movía la cola”, comentó Shannon Keith, presidente de Animal Rescue, Media & Education.
El cachorro a quien llamaron Chi Chi que significa “amor” en coreano pasó 2 meses recuperándose en una clínica veterinaria en Seúl. Luego fue trasladado a su nuevo hogar en Phoenix, Arizona, donde Richard, Elizabeth y Megan Howell estaban esperándola para entregarle el amor que tanto necesitaba y ahora espera con ansias sus prótesis para poder movilizarse con mucha más libertad.
Cuando se recupere totalmente, Los Howells están planeando convertir el precioso cachorro en un perro de terapia para que pueda confortar a niños veteranos de guerra que han perdido sus extremidades.
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