El maltrato animal es tan condenable como cualquier otro tipo de maltrato. Por muy molesto que puedas estar con ellos, no existen excusas para hacerles daños, ellos no tienen la misma capacidad de una persona para defenderse, por lo que maltratarlos es totalmente deplorable.
Les presentaremos el caso de un perrito a quien su dueño maltrato con real maldad al arrojarle agua hirviendo para luego arrojarlo desde el cuarto piso del edificio en el que vivía, en Chengdu, China. A pesar de haber sufrido terribles lesiones, tuvo la fuerza para seguir con vida y gracias al enorme corazón de una persona que lo encontró, pudo recibir una segunda oportunidad.
Yan Yingying encontró al malherido perrito tirado en la calle y lo llevó al veterinario de inmediato.
En la clínica hicieron todo lo que estaba en sus manos para estabilizarlo pero no podían ofrecerle la atención especializada que necesitaba.
Yan Yingying lo llevó a Animals Asia, ubicada a una hora de Chengdu. Y aunque el equipo había visto severos casos de maltrato, nunca habían visto algo tan horrible y barbárico.
Su cuerpo estaba cubierto de llagas que incluso le impedían cerrar sus ojos.
Lentamente, y gracias al increíble equipo médico, Tuffy (su nombre ahora) comenzó a recuperarse.
Yingying lo visitaba frecuentemente durante su recuperación y una vez que estuvo ben, lo llevó a casa para que viviera con ella para siempre.
Aun quedan zonas de su cuerpo sin pelaje pero gracias a las generosas donaciones de personas preocupadas por el, se mantiene abrigado con hermosas chaquetas.
A pesar de todo el dolor por el que había pasado, Tuffy se convirtió en un perro feliz y juguetón, como siempre debió ser.
Comparte este artículo con tus amigos, aunque la historia es triste, por fortuna el final es feliz.