El arte puede estar escondido en personas que uno menos se imagina, logrando crear cosas únicas y geniales. Y esta historia real lo dejara más que claro. Ocurrió en Francia, un país caracterizado por su historia, sus monumentos y palacios. Hay uno muy especial llamado, Palis Ideal, que sobresale como una obra de arte y sobretodo dedicación,
Ferdinand Chavel era un cartero francés sin conocimientos artísticos o arquitectónicos, pero se pasó 33 años construyendo este extraordinario palacio y pegando las piedras de formas extrañas que se iba encontrando en su ruta de reparto del correo.
La construcción de este palacio comenzó en 1879 y se terminó en 1912.
Después de encontrarse una piedra curiosa que fue la que inspiró este sueño, Cheval comenzó a hacer su ruta de reparto de casi 30 kilómetros con una carretilla, para recolectar otras piedras y rocas extrañas que pudiera encontrarse.
El Palacio Ideal se encuentra en Hauterives, un pueblo al sudeste de Francia. Está abierto al público durante casi todo el año, y a menudo sirve como sala para conciertos extraordinarios y exhibiciones de arte.
(Fuente: dailymail)
Durante 33 años Cheval aprovechó su ruta postal para recoger piedras y llevarlas a su casa. Transportaba su material en los bolsillos, luego en una cesta y finalmente en una carretilla. Sus vecinos lo consideraban una especie de tonto del pueblo. Deseaba ser enterrado en su castillo pero las autoridades francesas lo prohibieron. Poco tiempo después de su muerte, su obra comenzó a llamar la atención de personajes como André Breton, Pablo Picasso y en 1969 fue declarado Patrimonio Cultural.
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