Muchas personas llevan un estilo de verter y de verse que no cambian por años y aunque no hay nada malo en eso, en ocasiones es bueno sorprender a quienes te rodean con algo especial, un pequeño corte de pelo, cambio en el estilo de vestir, etc.
Este video nos muestra a un hombre de 41 años con cero preocupación por su aspecto físico. Aunque es dueño de un gimnasio, su apariencia parece la de un mendigo y su esposa añora volver a ver el rostro de su marido y salir con él sin que asuste a la gente.
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