El dicho canta que del amor al odio hay unpaso, pero quizás Dalia Dippolito se lo tomó muy en serio. La mujer vivía en Miami junto a su esposo y, porque al parecer no se estaba llevando muy bien con su marido y no encontró mejor forma de solucionar la situación que contratar a un sicario para matarlo.
Lo que no advirtió la joven es que el supuesto asesino a sueldo que iba a contratar, era en realidad un policía encubierto. La operación concluyó cuando la policía le hace creer a la mujer que el sicario había cumplido con su objetivo y la llevan a declarar a la estación, sólo para exponer su sórdido plan.
La reacción es increíble:
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