Hace muchos años una familia captó la atención de todo el mundo, cuando nacieron las hermanas Dionne, las primeras quintillizas de las que se tiene registro en el planeta. Ellas debieron soportar una difícil infancia debido a un mundo que las veía como unos fenómenos y que abusó de su extraño caso.
Las hermanas Dionne fueron las primeras quintillizas sobrevivientes del mundo. Eran cinco hermanas idénticas que nacieron en Ontario, Canadá en la década de 1930.
En aquellos tiempos la medicina de fertilidad estaba iniciándose, por lo que los nacimientos múltiples, sobre todo en esta escala, eran algo más que excepcional. Las hermanas Dionne fueron concebidas de forma natural y prematura aunque sin complicaciones graves. Su nacimiento asombró a la comunidad médica y a los medios de comunicación quienes quisieron registrar cada momento de la vida de estas niñas.
Al ser el milagro médico de la época fueron celebridades al nacer. Personas de todo Canadá y el extranjero quedaron cautivados por la idea de que cinco niñas prácticamente idénticas crecerían juntas. Nacieron el 28 de mayo de 1934 en una familia francocanadiense al norte de Ontario. Fueron llamadas Yvonne, Annette, Cécile, Émilie y Marie. Sus padres Oliva-Edouard y Elzire Dionne ya tenían cinco hijos y tuvieron tres más después de que las quintillizas nacieron.
Las niñas se hicieron famosas y se transformaron en todo un espectáculo para la época. Los Dionnes eran una familia muy pobre, por lo que no eran capaces de mantener a tantos niños. Recibieron muchas ofertas de instituciones dispuestas a hacerse cargo de las “milagrosas” niñas. Si bien muchas de estas instituciones pertenecían al área médica, la mayoría de ellos se dedicaban a los espectáculos de fenómenos que eran muy exitosos en aquella época.
Pocos días después de su nacimiento, el gobernador Mitchell Hepburn, a través de un decreto, entregó a las niñas al doctor Dafoe y otros tres guardianes. Fueron ubicadas en Quintland, un parque temático, ubicado junto al hogar de sus padres.
Cada niña tenía un color y un símbolo para diferenciarlas: el color de Annette era el rojo y una hoja de arce; el color de Cecilia era el verde y un pavo; Emilie, blanco y un tulipán; Marie, azul y un oso de peluche; e Yvonne, el rosa y un ave.
Durante sus primeros años fueron criadas por el personal médico que estaba a su cargo de esta guardería especial. Allí, fueron constantemente estudiadas e incluso podían pagar para observarlas tres veces al día.
Se convirtieron en una atracción turística que recibía 6 mil personas al día a admirar el espectáculo de las cinco hermanas idénticas. En 1934 las quintillizas generaron ganancias de cerca de un millón de dólares canadienses. El parque se transformó en la atracción turística más importante de Ontario en esa época.
A medida que las niñas crecían fueron llevadas en giras para conocer a mandatarios, autoridades y celebridades. Incluso se reunieron con la reina Isabel II de Inglaterra. También aparecieron en una serie de películas que contaban la historia del Dr. Dafoe, el hombre que las trajo al mundo y quien luego tuvo su custodia.
A los 9 años, los Dionne recuperaron la custodia de las niñas. Por desgracia, debido a la falta de recursos de su familia, las chicas fueron utilizadas para conseguir dinero. A lo largo de su adolescencia tuvieron que a eventos y también fueron maltratadas.
En 1952, ya tenían 18 años y decidieron irse de su casa y cortaron lazos con sus padres y el doctor Dafoe. Desde entonces trataron de no llamar la atención y se alejaron de los medios y la fama. Querían disfrutar de una vida tranquila.
Émile Dionne, se convirtió en monja y murió en 1954 con 20 años tras asfixiarse luego de tener un ataque de epilepsia. Marie Dionne falleció el 27 de febrero de 1970 de un supuesto infarto cerebral en Montreal. En la década del 90, las tres hermanas restantes se fueron a vivir juntas a un suburbio de Montreal y siguieron con su vida lejos de las luces de la fama que las atormentó toda su infancia.
Yvonne, Annette y Cécile mantuvieron un bajo perfil aunque en 1995 reconocieron haber sido abusadas sexualmente por su padre durante su adolescencia. Volvieron a ser tema de conversación en 1997 luego del nacimiento de los Septillizos McCaughey. Publicaron una carta aconsejando a los padres de estos niños para que criaran a sus hijos lejos de la publicidad y la fama.
La carta terminaba con esta declaración:
“Si esta carta cambia el curso de los acontecimientos de estos recién nacidos entonces nuestras vidas habrán servido para un propósito más elevado”.
En 1998 las tres hermanas llegaron a un acuerdo compensatorio con el gobierno de Ontario como indemnización por su explotación en el pasado. El año 2001 Yvonne murió por un cáncer y hace poco Annette y Cécil celebraron su cumpleaños número 82.
¿Crees que estás niñas merecían ser tratadas de la forma que lo hicieron?
