Jennifer, una joven madre de 23 años, viajaba tranquilamente con su hijo de 8 meses en su auto. Pero de pronto, cayó violentamente por un puente.
De pronto, la mujer sintió que el auto no le respondía y decidió tomar a su bebé y salir de él para evadir el flujo automovilístico.
Pero mientras pretendía eludir un accidente, la suerte quiso lo contrario: un auto chocó contra otro y ambos se aventaron sobre la madre, que tenía a su hijo en brazos.
Jennifer casi cayó puente abajo y por poco se sostuvo en el aire con una mano, mientras con la otra se aferraba al bebé. Cuando se dio cuenta de que no podría seguir soteniéndose, se dejó caer más de 10 metros mientras protegía al bebé con su cuerpo.
Por suerte nada le ocurrió al pequeño, pero Jennifer -que usó su cuerpo como coraza para el niño- quedó literalmente quebrada entera. Su pelvis, las piernas, las costillas y su columna fueron las más afectadas.
La joven fue trasladada inmediatamente al hospital, donde gracias a una intervención quirúrgica pudo comenzar a recuperarse.
Debido a sus graves lesiones, debieron amputarle una pierna y quedó internada por más de dos meses en cuidados intensivos. Hoy ya está en casa, usando una silla de ruedas y aprendiendo a caminar con su prótesis. Y, por supuesto, disfrutando de su hijo, llamado Daniel.
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