Cuando infantes, y hasta probablemente bien entrada la adultez, nuestra madre solía gritarnos que no fuéramos flojos e hiciéramos la cama apenas nos levantáramos. Pero una investigación hecha por la Universidad Kingston del Reino Unido ha mostrado que tu madre podría haber estado dañando tu salud al pedírtelo.
¿Por qué? Ácaros del polvo. El Doctor Stephen Pretlove señala que las personas deben dejar sus camas sin hacer para deshacerse de estas bestias que podrían causarle más de algún problema a gente que sufre de asma o alergias.
La cama promedio es el hogar de alrededor de 1 millón y medio de ácaros del polvo hogareños, según Pretlove. Debido a que producen alérgenos, pueden causarle problemas a gente con predisposición.
Su investigación, llevada a cabo con un complejo modelo computarizado, halló que una casa con camas hechas cuidadosamente tenía más ácaros del polvo que la misma casa cuando las camas no eran hechas.
¿Por qué? Resulta que el peor enemigo de los ácaros del polvo es el aire y la luz del sol. Si son expuestos a cualquiera de los dos, pronto se deshidratan y mueren. Dejar tu cama sin hacer también termina con toda la humedad que puedes haber excretado durante la noche, negándoles a los ácaros cualquier humedad que necesiten para vivir y reproducirse.
Pero en una cama bien hecha, la humedad se mantiene creando un ambiente cálido y húmedo que sólo potencia la existencia de estos bicharracos microscópicos. Así que, si sufres de alergia o asma, Pretlove recomienda desoír a tu madre y –aunque se pueda enojar donde esté- deja tu cama hecha un desorden.
La próxima investigación de Pretlove incluirá poner poblaciones de ácaros en 36 hogares alrededor del Reino Unido para probar su modelo computarizado e investigar cómo las rutinas diarias de las personas afectan la población de ácaros.
¿Por qué asumir esta compleja tarea? Porque según Pretlove, el servicio nacional de salud británico gasta £700 millones (unos 886 millones de dólares) en tratamientos para enfermedades producidas por ácaros.
“Nuestros descubrimientos podrían ayudar a diseñar casas más saludables y a identificar los ambientes con más propensión a alojar ácaros”, dice Pretlove.
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