Desde su descubrimiento casual, en 1963, Derinkuyu se ha convertido en un misterio sin resolver. Esta ciudad bajo tierra tiene al menos trece pisos subterráneos, unidos por pasadizos y un perfecto sistema de ventilación; el último piso descubierto está a 85 metros de profundidad, y se cree que podrían haber más.
Entre sus 400 kilómetros cuadrados han sido hallados restos de una gran iglesia, bodegas con prensas para realizar vino, viviendas, almacenes y comercios: se cree que llegó a albergar a unas 20 mil personas.
Las investigaciones realizadas hasta ahora indican que esta ciudad fue construida hace 3 mil años, pero poco se sabe acerca de quiénes y por qué razón la construyeron. Hipótesis sobran pero ninguna ha podido ser confirmada. Lo que está claro es que los métodos y la tecnología utilizados para la construcción no corresponden con las ideas que se tienen de la humanidad en esa época. Es tan poco lo que se ha podido dilucidar sobre esta enigmática ciudad subterránea, que muchos investigadores han propuesto la hipótesis de que podría haber sido construida por extraterrestres.
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