El perder a un hijo es un dolor, que dicen, es uno de los más fuertes que se pueden sentir. Y es que la vida nos tiene acostumbrados a pensar que los padres son los primeros en irse de ella, pero a veces lamentablemente el destino no lo quiere así. Y es aún más difícil de superar cuando la muerte es más trágico de lo habitual, como es el caso de este padre.
John Cargill, perdió a su hija más pequeña en la marea en 1870 y obviamente esto lo devastó. Así que decidió utilizar toda esa tristeza y dolor para tallar a mano un pasaje en Dunedin, Nueva Zelanda a través de la dura piedra. El resultado fue un camino hacia una hermosa playa privada, un conmovedor tributo a su difunta hija.
El recorrido de “Tunnel Beach” toma alrededor de 20 minutos y todo el camino es majestuoso.
Pasas por un túnel hecho de piedra de arena con un total de 72 escalones.
Por las marcas en las paredes, podemos decir que este túnel fue excavado a mano.
Una vez que pasas el túnel…
Llegas a una hermosa playa privada.
Alejada del alboroto de otras playas cercanas.
Éste fue el regalo final de Cargill a su hija.
El túnel es la única manera en la que puedes llegar a esta playa llena de cuevas inexploradas y grietas.
Es un lindo lugar para locales y turistas.
(Fuente: viralnova)
Un lugar lleno de belleza natural y también emocional por todo lo que transmite. El lugar representa el dolor y duelo de un padre que lo transforma en algo hermoso con que recordar a su fallecida hija, que aunque ya no esté con él, le dio algo por lo que sonreír aun después de partir.
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