Un ejemplo de la fuerza de la voluntad y la convicción humana es una foto tomada del monje Thích Quảng Đức que se convirtió en una de las imágenes ícono de la Guerra de Vietnam. Hoy te presentamos una historia que no te dejará indiferente.
El 11 de junio de 1963 Thích viajó a Saigón (actual Ho Chi Minh) para participar de una protesta contra el gobierno. Él estaba en oposición con la forma en que la minoría budista era suprimida en el país, el monje tenía la intención de enviar un mensaje claro al presidente vietnamita Ngô Đình Diệm en aquel día de este verano. Sin mostrar ningún atisbo de nada, mantuvo su recato, estacionó su coche, se bajó y un joven llorando comenzó a poner bencina al cuerpo del monje. Posteriormente, le encendió un fósforo.
El monje comenzó a arder inmediatamente. La multitud miró incrédula mientras Thích, sereno y calmado a más no poder se sentaba en el suelo y dejaba que las llamas lo envolvieran y consumieran su cuerpo, llevándose así la vida del determinado hombre.
El periodista David Halberstam estaba allí ese día y tuvo la desgracia de haber presenciado la horrible escena. Apenas podía creer lo que estaba viendo. Este fue un momento que permanecerá con él por el resto de su vida, sin duda.
El periodista escribió: “Debería volver a ver ese lugar, pero una vez fue suficiente. Las llamas venían de un ser humano, su cuerpo se marchitaba lentamente y se encogía, con la cabeza ennegrecida y carbonizada. En el aire estaba el olor de la carne humana ardiendo. Los seres humanos se queman sorprendentemente rápido. Detrás de mí podía oír los sollozos de los vietnamitas que ahora estaban reunidos; estaba demasiado sorprendido para llorar, demasiado confundido para tomar notas o hacer preguntas, demasiado desconcertado para pensar (…) Nunca movió un músculo, nunca emitió un sonido, su compostura exterior en contraste agudo a la gente que llora alrededor de él”.
El fotógrafo Malcolm W. Browne también estuvo en la escena, y recibió después el Premio Pulitzer por su inusual imagen. El mundo entero vio la fotografía y el mundo moderno la conoció gracias a que la banda de rock Rage Against the Machine usó la impactante imagen como la portada de su álbum de debut.
La auto-inmolación del monje dejó un legado prominente, el cuerpo de Thích fue llevado a un crematorio para poder ser incinerado, por segunda vez. Sin embargo, las personas que trabajaban ahí, encontraron algo asombroso y digno de un milagro. Entre las cenizas del hombre, estaba el corazón del monje que se había salvado de las llamas. En la actualidad se exhibe en un museo como símbolo de compasión y fuerza de voluntad. Símbolo de lucha por las convicciones.
No hay duda de que este dramático acto de protesta aumentó la presión sobre el gobierno para relajar las restricciones e iniciar nuevas negociaciones con representantes de la minoría budista. El protagonista de esta noticia se convirtió en un símbolo de las protestas y creencias extremas, a pesar de que la guerra de Vietnam fue para reclamar muchas más víctimas. Este es el auto azul del monje que aún se puede apreciar en la ciudad de Hué.
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