Paulette Olivier y Simone Thiot nacieron el 30 de enero de 1912 en Limeray (centro de Francia); hijas del carpintero Joseph Lamolie, y su esposa, una costurera llamada Marie. Aunque no existe una confirmación oficial como “las gemelas más ancianas de Francia”, seguramente merecen este título e, inclusive, para algunos este sería un récord mundial.
Sin embargo, al nacer nadie pensaba que vivirían tantos años. “Nacimos prematuras. Éramos esperadas para marzo, pero nacimos en enero. Nos daban pocas posibilidades de sobrevivencia. Yo no alcanzaba a pesar 1 kg. de peso y tú (a su hermana), solo 1,36 kg.”, comenta Simone, quien se desplaza sin necesidad de un bastón.
Paulette, viuda desde los 36 años, fue peluquera durante 15 años en Tizi Uzu, Argelia, y luego en París. Simone, costurera al igual que su madre, perdió a su marido a los 64 años. Ninguna de las dos tuvo hijos.
Les gemelas, cuyo único hermano murió accidentalmente con 99 años, están seguras de que el fuerte lazo que ha existido entre ellas es la principal causa de su longevidad fuera de lo común. “Seguimos vivas porque siempre fuimos muy unidas. Mantenemos nuestra independencia ya que cada una tiene su dormitorio, pero sólo tenemos que cruzar el pasillo para poder conversar la una con la otra. Se quejan solo las personas mayores que están solas y no tienen visitas”, comentan.
Paulette y Simone se interesan por lo que ocurre en el mundo, leen, ven la televisión. Además, Simone escribe diariamente poesías en un cuaderno como pasatiempo.
Al consultarles por su secreto para una vida tan longeva, ellas responden: “una vida simple. Sin excesos. Sin alcohol. Y, mucho deporte. Durante mucho tiempo hemos practicado gimnasia y bicicleta. Casi a diario”.
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