Esta gatita se enamoró del bebé que esperaba su dueña desde que estaba en la barriga, cuidándolo durante los 9 meses y ahora hace lo mismo en el exterior, demostrando un amor incondicional.
Panda, la gata de dos años y medio ha demostrado sentir un lazo muy fuerte con este pequeño bebé a quien abrazaba antes de que naciera.
Cuando Panda llegó a su nuevo hogar, sintió una fuerte conexión con su madre humana. “¡Se apegó a mí al instante!, ella duerme conmigo, me abraza, y cuando quedé embarazada me seguía alrededor de la casa, metiendo su cabeza en mi vientre, ronroneando”, dice Liel Ainmar Assayag. Panda siempre estaba apoyada en el vientre de Liel, se convirtió en su protectora durante los 9 meses.
Cuando llegó el bebé, se mostró un poco confundida al principio, pero una vez que lo olió, supo de inmediato que era su hermano pequeño con quien había estado todo el tiempo.
“Ahora, después de 3 meses, se echa sobre la cama cerca de él, lo huele, se sienta junto a él. Se puede ver claramente que lo ama desde el principio”, señala Liel.
Los gatos no están permitidos en la cuna del bebé cuando el bebé está en ella, pero cada vez que ponen al bebé en la cuna se puede ver un montón de pelos de gato por toda la cama que lo vigilan. Me llama por la noche cuando el bebé está llorando, se sienta al lado de él para mantenerlo a salvo .
Panda no es el único gato en la casa que adora a su hermano pequeño. El pequeño Sean tiene un montón de amigos peludos que le aman y protegen.
Comparte este artículo con tus amigos, esta es una gata maravillosa con un enorme corazón.
