Dado que el consumo de alcohol está asociado a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y varios tipos de cáncer, varios estudios han demostrado ya que el ejercicio físico es un factor que ayuda a compensar estos daños causados por la bebida.
Esta semana el British Journal of Sports Medicine ha publicado un estudio que confirma estas ideas, observando que el riesgo de mortalidad en personas sedentarias aumenta en función de la cantidad de alcohol ingerida, mientras que éste disminuye o desaparece en personas físicamente activas. Eso sí, el consumo debe ser esporádico y por debajo del límite recomendado (una medida de alcohol o un vaso de vino por día).
Además, en comparación con la abstinencia de por vida, se observó un aumento del riesgo de mortalidad asociado al consumo de alcohol en el pasado y al consumo en niveles nocivos.
El estudio se hizo analizando las respuestas a varios cuestionarios nacionales en Inglaterra y Escocia entre 1994 y 2006. “Nuestros resultados aportan argumentos adicionales a favor de la actividad física como medio para favorecer la salud de la población, aún en presencia de otros comportamientos menos saludables”, como el consumo excesivo de alcohol, concluye el estudio.
Comparte este interesante estudio clickeando el botón de abajo.