Los amigos Dave Allegretti y Sean Foster tuvieron un día de ensueño en Melbourne, Australia: pudieron visitar el zoológico, entrar al cine y ver a Coldplay sin pagar un solo centavo. Y no es porque se ganaran un premio, sino por la simple idea de llevar un chaleco reflectante.
Contrario a lo que te decía tu padre -que un buen esmoquin te daría abriría las puertas de cualquier lugar-, parece que son los chalecos reflectantes los que son de verdad un símbolo de respeto y acceso libre a cualquier lugar.
Dave y Sean sólo compraron un par de chalecos reflectantes para cada uno (amarillo y naranja, para camuflarse donde fuera) y unos walkie-talkies, para lucir profesionales.
Comenzaron haciéndolo en una sala de cine, donde nadie les pidió ni identificación ni entrada.
Luego fueron al zoológico, que parecía un reto, pero fue tan fácil como atravesar la taquilla con suficiente convicción.
Pero cuando intentaron subir a un autobús turístico usando el mismo truco para no pagar pasaje, el conductor fue astuto y no les permitió subir.
La última jugada fue tomar un Uber y dirigirse hasta el estadio donde esa noche tocaba Coldplay, a ver si podían tentar a la suerte.
Esto no fue nada de fácil, pues tuvieron que colarse entre la multitud y acceder a las zonas de seguridad.
Finalmente, lograron quedar justo al frente del escenario. Realmente un gran final para un día estupendo.
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