A todos nos ha pasado: vemos un comportamiento sospechoso y probablemente abusivo de una persona sobre otra y no estamos seguros de intervenir. No es nuestro asunto, nos decimos. Y si en realidad no necesitan mi ayuda, nos preguntamos. Por miedo, nos quedamos callados y muchas veces podemos terminar siendo cómplices involuntarios.
No es el caso de Malyk Bonnet, un joven canadiense de 17 años que hace unas semanas vio algo extraño e hizo algo al respecto.
Cuando esperaba el bus para irse a casa después de su trabajo en un restaurante, Bonnet vio a un hombre discutiendo con una mujer. “Él le estaba gritando”, le comentó a la televisión local, “no era muy amable con ella y me puse a observarlo ya acercarme, porque pensé que le pegaría”.
La pareja le preguntó a Bonnet si tenía billetes de autobús que les pudiera prestar para ir a Laval, una ciudad a 40 kilómetros de Montreal, donde se encontraban.
El joven se sintió intranquilo y decidió involucrarse más hasta ver qué estaba sucediendo: los ayudó con los boletos y le mintió al hombre, diciéndole que él también iba a Laval y que los podía acompañar.
“Mi plan era mantenerlos en lugares públicos donde el no pudiera hacerle daño a ella”, explicó Bonnet, “así que decidí ser amistoso con el tipo y hacerle creer que era de confianza, lo que al parecer tuvo resultado”.
Cuando llegaron a su destino, Bonnet les ofreció pagar por una comida y les dio dinero para que la compraran mientras él iba al baño. Ahí llamó a la policía y les dijo que creía que alguien ha sido secuestrado, por lo que los oficiales arribaron de inmediato.
Lo que el muchacho no sabía es que la policía había estado buscando a la chica desaparecida: “estábamos investigando la desaparición de una mujer de 29 años, posiblemente secuestrada por su ex novio ese mismo día”, dijo el coronel de la policía de Laval, Daniel Guérin. “Creíamos que el sujeto era muy peligroso”.
El hombre ya había pasado tiempo tras las rejas por abusar de su ex novia y enviarle amenazas de muerte.
Pese a que Bonnet no pudo hablar con la mujer afectada después de que la policía llegó, el muchacho dijo que hizo “contacto visual con ella y estaba llorando. Parecía muy aliviada”.
Según datos de la Canadian Women’s Foundation, la mitad de las mujeres en el país ha experimentado al menos un incidente de violencia física o sexual a partir de los 16 años, y cada seis días una mujer es asesinada por su pareja.
Las cifras mundiales de violencia de género tampoco son alentadoras: según cifras de la ONU, 35% de las mujeres habrían sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja. Además, la mitad del total anual de asesinatos de mujeres habría sido cometido por un familiar o compañero sentimental.
¡Crea conciencia y difunde este caso!