Muchos soñamos con tener una cola cuando niños para, como los monos o los canguros, usarlas para cosas impresionantes. Sin embargo, estos casos nos demuestran que las colas humanas no sólo no son funcionales, sino que dolorosas.
Ése es el caso de este adolescente hindú, que sufría de una “discapacidad anormal” (como llamaron a la cola los doctores) desde los 14 años. El jefe de neurocirugía del hospital donde fue atendido el joven, Pramod Giri, dijo que es primera vez que ve un caso así en un paciente.
“Fue internado quejándose de dolor extremo en su espalda baja además de problemas para dormir y sentarse”, cuenta Giri. “El chico además sufría malestares sicológicos dado que la cola estaba creciendo y siempre tenía que estar acomodándola para sentarse”.
El doctor añadió que básicamente sus padres habían estado cometiendo abuso de menores al no llevarlo antes para que recibiera atención médica.
“La familia siempre supo sobre la cola, pero lo ignoraron porque eran supersticiosos y pensaban que les podía traer buena suerte. Ocultaron su condición todos estos años preocupados del estigma social, pero eso se acabó cuando empezó a crearle problemas de salud”, añadió el médico.
La cirugía fue poco compleja, explicó Giri, “pero como incluía algo de su médula espinal, tuvimos que tomar precauciones. Afortunadamente no había músculo o hueso en su cola, por lo que no fue dificultoso”.
Su cola midió 18 centímetros (esta imagen puede tu herir sensibilidad):
“El chico está muy contento. Dice que siente más confianza sobre sí mismo ahora”, concluyó el cirujano.
Mira un video de la cola antes de que fuera extirpada:
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