Quien pensaría que un simple árbol podría ser tan mortalmente peligroso, pero resulta que éste es un árbol muy distinto al resto, tiene un aspecto frondoso y llamativo, un perfume muy atrayente y cualquiera pensaría que su dulce fruta con su jugoso aspecto seria un fabuloso snack, pero también podría ser el último, un solo bocado de esta deliciosa fruta provocaría una dolorosa agonía que acabaría solo con la muerte.
El árbol del manzanillo, o por su nombre científico Hippomare Mancinella, se ha ganado un puesto en el Libro Guinness de lo Récords como “El árbol mas peligroso del mundo”.
Este hermoso pero mortal árbol contiene grandes cantidades de forbol, un agente irritante muy peligroso el cual hace que tan solo estar cerca del árbol sea sumamente peligroso.
Su polen es cáustico, por lo tanto, reposar bajo su sombra es impensable, a menos que quieras que tu piel y tus ojos se irriten, jamás debes tocarlo pues su corteza podría generar graves quemaduras de primer y segundo grado.
Estas pequeñas y lindas “manzanitas” tienen un delicioso y jugoso aspecto, y a pesar de su dulce sabor, una sola de estas podría matar a 20 hombres, en cuanto la toxina llega al estómago se abre paso a una inflamación virulenta de las mucosas, el cierre de la tráquea, vómitos, diarrea y hemorragia masiva.
Tampoco podrás refugiarte bajo sus hojas, pues cuando llueve el agua diluye el veneno que constituye a este peculiar árbol y crea una especie de lluvia ácida sumamente corrosiva y su madera al quemarse causaría graves problemas respiratorios y ceguera temporal así que no debe usarse como leña.
Ni su nombre, su apariencia, color, aroma ni su sabor advierten de su peligrosidad, por ello las autoridades y conocedores de su mortal poder se han visto en la obligación de colocar señales de advertencia para todo aquel que se acerque.
Los indígenas si estaban consientes de su poder y lo bautizaron como “el árbol de la muerte”, ellos conocían su veneno y aprendieron a usarlo en su beneficio, impregnando sus flechas con el mortal veneno y usándolas como armas para la caza y defensa. Los colonos, por otro lado, aprendieron de mala forma las mortíferas propiedad de éste supuesto inofensivo árbol.
“Un día, cuando estaba extremadamente atormentado por los mosquitos y jejenes, y aún ignorante sobre la naturaleza de este árbol, corté una rama para que me sirviera de abanico, pero se me hinchó y se me llenó de ampollas toda la cara, como si me hubiera quemado, a tal grado que estuve ciego durante tres días“.
John Esquemeling (1678), escritor y aventurero.
El árbol es nativo de Mesoamérica y las islas del Mar Caribe, crece desde las costas de Florida, EE.UU, hasta Colombia, hoy en día se puede decir que esta en peligro de extinción debido al miedo que genera, los lugareños han decidido arrancar de raíz estos árboles para protegerse de un contacto o consumo accidental del mismo, el número de ejemplares disminuye constantemente.
El árbol de la muerte, sentenciado a desaparecer por aquello que por tantos siglos le permitió sobrevivir, su veneno, su arma natural, hoy es su mayor condena.
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