Justo cuando pensamos que el mundo no puede andar más de cabeza, aparecen noticias como esta. Hace unas semanas, un pequeño bebé de 7 meses fue encontrado en la ciudad de Khon Kaen (noreste de Tailandia) después de haber sido acuchillado 14 veces y enterrado vivo en un solitario bosque.
Fue una mujer que pasaba por el bosque camino a su casa quien escuchó su llanto desesperado. Cuando se acercó, se encontró con que alguien había enterrado a un ser humano vivo.
Cuando encontró la fuente del llanto, se dio cuenta que era un pequeñito de 7 meses que había sufrido 14 cuchillazos y, por sus moretones, al parecer lo habían golpeado para que perdiera el conocimiento y fuera más “fácil” enterrarlo.
Luego de ser atendido en un hospital cercano, un orfanato local decidió hacerse cargo de él hasta que alguien lo adoptase.
“Sobrevivió una de las peores experiencias que un bebé tan pequeño puede pasar”, dijo la encargada del orfanato, Supachai Pathimchart, a diversos medios. “Estamos muy felices de que por fin y rápidamente haya encontrado un nuevo y buen hogar, donde le darán todo el amor que necesita”.
Los doctores encargados del caso creen que el menor fue abusado por su madre, presuntamente una mujer de 42 años que fue identificada gracias a cámaras de seguridad y que hoy se encuentra detenida mientras se realiza una investigación al respecto.
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