Ten cuidado con lo que pides, dice el refrán, y algo así fue lo que le pasó a esta pequeña sueca que, en pleno puerto, le pedía a un barco que tocara la bocina.
Como si se tratara de un tren o un camión, la niña –que no debe tener más de 10 años- le hacía el gesto para que tocara el claxon y, cuando por fin lo hizo, su reacción es graciosísima.
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