Una actriz londinense llamada Amina Maz se hartó de todos los tabúes impuestos sobre la menstruación y decidió desafiarlos mediante un experimento social en una calle principal de la capital inglesa.
Utilizando un líquido que asimilaba sangre, una falda corta y su extrovertida personalidad, caminó por las calles fingiendo ser una mujer rogando por un tampón para detener las incomodidades menstruales que decía sufrir.
Como ninguna persona le facilitó uno, Amina empezó a expresar dolor y desesperación, culminando con una explosión de “sangre” en medio de la avenida y ante los incrédulos transeúntes.
Algunos la miran con repudio y otros se burlan de ella, con sólo una persona solidarizando con ella en la difícil situación.
Mira el experimento acá:
El video generó miles de reacciones en redes sociales, tan variadas como las que mostró la gente que presenció el experimento.
Un usuario en particular, con más enojo que sabiduría, demostró su rechazo a la petición de la mujer:
Los tampones no debieran ser gratuitos, ¿por qué todos insisten en que deberían serlo? ¡si no puedes controlar tu vejiga, no es problema de los contribuyentes!
Paga por tus propios tampones si no puedes aguantarte hasta llegar a un baño. Yo no orino en todos lados ni exijo pañales gratis #Autocontrol
El sangrado menstrual, también llamado menorragia, es muy distinto a la orina porque de hecho proviene del útero y no de la vejiga, por lo que no puede ser contenido de la misma manera usando los esfínteres. Sin embargo, mucha gente apoyó opiniones como la de Ryan.
Recordemos el caso de esta estudiante de Harvard que tomó conciencia del déficit de higiene menstrual en personas sin techo o de escasos recursos –que no pueden pagar por sus propios productos de aseo menstrual porque apenas tienen para comer-, y creó una organización sin fines de lucro que los reparte gratuitamente.
¿Qué opinas del experimento? ¡Comparte y comenta en nuestra página de Facebook!