La imagen de un asustado monito pegado a la pared mientras su dueño lo acecha con un látigo se ha vuelto viral en las redes sociales, provocando el debate sobre las prácticas en los circos modernos. Y, a pesar de que a primera vista parezca que los circos con animales son inofensivos y adorables, hay una cruel realidad detrás.
¿Está bien que un animal deba estar encerrado y sea obligado a hacer cientos de piruetas para entretener a una audiencia? Ciertamente no, y el estrés al que están sometidos con su rutina es un tema serio.
Por mucho que los circos aseguren que se preocupan del bienestar de sus animales, los escenarios no son lugares donde éstos deberían desenvolverse.
Generalmente las especies en cautiverio usadas para la entretención humana muestra conductas como caminar de un lado a otro en su jaula o sacudir la cabeza con frecuencia. Se cree que estas conductas son reflejo de una angustia mental, dado el abuso que sufren durante los entrenamientos.
Por ejemplo, los elefantes son apaleados y apuñalados con ganchos hasta que cumplan con lo que el entrenador quiere.
La comentada imagen del aterrado monito fue tomada por el fotógrafo Chu Yongzhi, del Zhejiang Daily Press, y ha alentado este debate.
La imagen es clara sobre el temor al que está sometido el pequeño animal.
Por suerte todo ha estado cambiando: países como Chipre. Grecia, Perú, El Salvador, Paraguay y Países Bajos han prohibido el uso de animales en los circos. También se han unido a esta causa ciudades de Estados Unidos como Huntington Beach, Santa Ana o Los Angeles.
¿Qué opinas de la utilización de animales en los circos? Difunde esta imagen para crear conciencia.