En las películas de ciencia ficción, hemos visto cómo se retratan posibles encuentros de astronautas con seres extraterrestres. Quizás, incluso, hemos leído sobre secuestros de naves espaciales, guerrillas intergalácticas o astronautas que son abducidos por otras naves.
Un sinfín de fantasías que rondan la realidad fuera de nuestra planea, pero que en este caso ni la propia NASA puede explicarlo, pues ellos mismos reportan un extraño suceso, no tiene nada de ficción, sino que es más real que nunca.
Lo que sucede, es lo siguiente…..hace poco más de una semana, el astronauta Michael McCullough, fue enviado al espacio por la NASA.
Pasados unos días, la nave en la que Michael viajaba, aterrizó en la tierra, cerca del océano Atlántico, en las costas de Florida. Al abrirse la cápsula, un hombre que no era Michael McCullough salió de ella. Nadie sabe aún dónde está Michael, pues este no venía en la nave.
Para comprobar que no se trataba del mismo hombre (aunque físicamente era evidente) la NASA decidió realizar un test de ADN al hombre que llegó en la nave y los resultaron afirmaron que no se trataba de Michael.
A pesar de que los centros de operaciones de la institución y de que siempre estuvieron en contacto con el astronauta, y que la nave que aterrizó era la de él, aun no se logra dar con el paradero del astronauta perdido ni se sabe qué ocurrió con él.
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