El hábitat natural del guepardo se ha reducido en un 91% y sólo quedan 7.100 ejemplares de ellos en libertad. Con estos datos en la mesa, la aseveración de la Sociedad Zoológica de Londres y la Wildlife Conservation Society no parece exagerada: el animal terrestre más rápido del mundo se está extinguiendo.
La investigación llevada a cabo por estas dos instituciones, ha determinado que la población de estos felinos en Zimbabwe pasó de 1.200 en 1999 a 170 en 2016. Esto significa una reducción de un 85%.
“Teniendo en cuenta el carácter reservado de este felino escurridizo, ha sido difícil reunir información sobre la especie, lo que ha llevado a que su situación se pasara por alto”, cuenta Sarah Durant, doctora jefa del proyecto para la conservación de este animal.
“Nuestros resultados demuestran que los grandes requerimientos de espacio para el guepardo, junto con la compleja gama de amenazas que enfrenta la especie en la naturaleza, significa que es probable que sea mucho más vulnerable a la extinción de lo que se pensaba anteriormente”, añade.
Y las causas de la desaparición de los guepardos tiene una explicación demasiado repetida en estos casos: la acción humana. El comercio y tráfico de animales o algunas partes de ellos (como sus pieles), y la ocupación de sus hábitats por poblaciones humanas son las razones principales de esta drástica baja en la cantidad de guepardos.
Tan sólo la semana pasada, 1 tonelada y media de piezas de marfil y restos de animales (incluyendo cráneos de guepardo) fueron incautadas en Camboya mientras iban en dirección a China.
Su estado ha cambiado en la Lista Roja de especies amenazadas desde ser considerado “vulnerable” hasta “en peligro”.
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