Ponerse en los zapatos de otra persona no es nada de fácil, mucho más cuando estamos tan concentrados en nuestros asuntos que no somos capaces de notar que alguien a nuestro lado necesita ayuda o comprensión, no queremos ser molestados.
Este video nos muestra el amable gesto que tuvo un hombre, quien a pesar de ir muy ocupado en un vuelo de dos horas, se dedicó a jugar y pasar tiempo con una niña que sufría de autismo sin pensar en cambiar de asiento o pedir que no lo molestaran.
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