Como todos los años, la familia real inglesa se reunió para celebrar la tradicional fiesta de Pascua. El grupo de elite, compuesto por la Duquesa de Cambridge, el Príncipe William, la princesa Eugenie, la Princesa Beatrice y el Príncipe Edward, debió esperar a la aparición de su querida abuela, su Majestad la Reina Elizabeth II.
Tras su aparición, los fotógrafos aprovecharon cada momento para capturar los mejores looks dominicales de la eminencia.
El atuendo de Kate, era uno que ya había lucido anteriormente en su tour por Canadá el año 2016, es perfecto para un día soleado y primaveral, el cual acompañó con una gorra clásica y zapatos a juego, al igual que su esposo.
Los asistentes, notaron que Kate realiza una pequeña venia al llegar la Reina, cosa que debe hacer la primera vez que la ve en el día, a pesar de su título de Duquesa.
Pero, como siempre, la que capturó todas las miradas y el mayor impacto, no solo por su ligera tardía, ni porque es LA Reina, sino que por el llamativo tono de ropa que utilizó, un calipso que se robó todas las miradas.
Es bien sabido por su público que a la Reina Elizabeth II, le gustan loas tenidas de colores, algo excéntricos y esta vez, claramente no fue la excepción.
Su brillante tono azul, no puede evitar que recordemos un lápiz destacador, o incluso a las lindas mechas de Kylie Jenner en Coachella, ¡lo que la haría tan orgullosa al ver a su majestad vestir “con onda”! La eminencia combinó su traje, con perlas clásicas, guantes negros y flores a tono.