Parece que cuando se trata de los hijos, los padres parecen nunca perder la esperanza. Y es que ese instinto especial hace puedan sentir y ver más allá de lo que es “racionalmente” posible. En esta hermosa historia, aun cuando los doctores no le daban esperanza de vida a su hijo una pareja de matrimonio jamás se dio por vencida, y al final lograron salvarle la vida a su bebé contra todo pronóstico.
Mhari, ya tenía 20 semanas de embarazo y se encontraba en una de las peores situaciones de su vida junto a su esposo, así que debía decidir entre lo que los médicos le decían y lo que ella estaría dispuesta a hacer por su bebé. Ellos les decían que no había esperanza y era mejor el aborto, pero ellos se rehusaron… y esa fue la mejor decisión de su vida.
Su hijo tenía 20 semanas y los médicos le decían que tenía que abortar.
Pero la madre nunca perdió las esperanzas. Jett Morris nació y pesó 650 gramos.
El bebé tuvo complicaciones en los pulmones y el corazón, pero logró recuperarse milagrosamente.
Mhari nunca perdió las esperanzas a pesar de los diagnósticos médicos.
Ella nunca pensó en abortar a su bebé, sin antes haber intentado otra cosa. Mhari y Paul, los padres del bebé tomaron esta decisión bajo su propia responsabilidad.
Al final todo salió como ellos lo esperaban, aunque Jett es considerado un pequeño milagro.
Por las características de su nacimiento, a Jett se le ha llamado “Un Milagro de la Vida”, porque desafió a la medicina y logró sobrevivir. Sin duda fue por la esperanza y el amor que sus padres le tenían. Como ellos nunca se dieron por vencido, su pequeño hijo tampoco lo hizo.
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