Muchos artistas expresan a través del arte su condición psicológica. Como es el caso de una chica llamada Kate que dibujaba sus alucinaciones para tratar su esquizofrenia. Sus dibujos, además de inquietantes, le servían para mostrar sus sentimientos y su drama interno.
Ahora nos encontramos con otro artista que sufre de un fenómeno psicológico conocido como pareidolia. Él crea personajes a partir de las caras que ve en los objetos cotidianos. Se llama Keith Larsen y la mayoría de sus personajes llegan a ser muy carismáticos, por lo que encantan a muchos.
“La gente no ve lo que yo veo. Así que decidí ilustrarlos de manera caricaturesca y, además, escribo pequeñas historias para darles un poco más de vida”, comentó el artista a través de la página de Boredpanda.
Acá te traemos parte de su trabajo como ilustrador. ¿Qué te parece?
“Tuerces mi pico cuando buscas tu ropa seca. Apenas notas que existo, quizá una vez a la semana ¿Cómo puedo mirar de otra forma que no sea la de la decepción? Seco tu ropa mientras tú lees un libro. Soy un “pato secador” y por unas monedas seco tu camisa. Giras mi pico a la izquierda para sacar tu prenda. Nos vemos la próxima semana, pero, por favor, ¡no más vómito!“
“ ¡Hola! ¡Quiero compartir algo con ustedes! Hielo y agua, en ese orden. Si sacas primero agua y luego añades hielo para calmar tu sed, ¡cuidado!, te podría salpicar. Mis dientes torcidos expenden tus deseos, ¡presiona mis ojos!“
“Estoy muy maduro y con los dientes podridos. Mi otra mitad, está olvidada. Mi cara de media luna es nueva, así que no te asustes. Según las reglas botánicas, mis semillas brotarán para crear más tomates, aunque no habrá ninguno como yo. Soy único e irrepetible y no me encontrarás en una botella de ketchup“.
“No todos saben que mi nariz aguanta. Mis ojos observan de frente ocupándome de mis cosas mientras tú haces las tuyas. Sujeto tu chaqueta o cualquier otra cosa, pero nadie reconoce mi labor. Siempre sales apurado, cuando tienes algo que hacer. La próxima vez que vuelvas, al menos, dirígeme la mirada“.
“Soy Frankie, ¿quién pregunta? Tengo brazos cortos, pero alimentados por la ira del fuego, y lo único que visto es un sombrero de jugador de bolos. Trabajo en la combustión de la madera, para cocinar tu comida o calentarte. Pero te advierto: no me alimentes demasiado ya que soy un horno serio y sinceramente no me importa que te quemes“.
“¡Hola, soy Sharron!, la puerta del baño. Espero que el dispensador de jabón en mi cara no te deje salir de este lugar. Mi mirada de sorpresa se debe a la cantidad de manos que no usan los suministros sanitarios. Ven aquí y deja que desinfecte tus manos. Sécalas después de enjuagarlas“.
“Estás en el baño. Soy un perezoso con un casco y oxígeno. Los brazos descansando tranquilamente, con una risa en la cara, y voy despacio, no es una carrera. Feliz por tenerte aquí, el perezoso mira fijamente y alegremente. Al terminar, sólo tiras de la cadena, hacia el cosmos y sin prisa“.
Geniales, ¿no? ¡Comparte!