Así como leíste en el título, a pesar de que los avances en la tecnología deberían ser para mejoras en salud, por ejemplo, u otras cosas positivas, lamentablemente, no todos lo entienden así y prefieren utilizarla para fines menos loables o que salen del sentido común. Exactamente eso es lo que está haciendo la empresa True Companion. Ellos son conocidos por incursionar en el área de los robots sexuales. La empresa ha creado diversas versiones de sus “muñecas robot” Roxxxy. Entre esas están algunas versiones como Wild Wendy, S&M Susan y la más reciente, Frigid Farrah. A esta última “puedes tocarla en un área privada todo lo que quieras, pero ella no apreciará tu avance”, dice la descripción en su sitio web.
La polémica con lo que la empresa llama “la capacidad de que todos puedan disfrutar de sus más privados sueños sexuales” se ha generado con cada uno de sus modelos y es por una razón. La última en levantar tanta atención mediática fue “Young Yoko”, a quien la describían como “oh, tan joven (casi 18) y esperando para que le enseñes”.
El profesor Noel Sharkey que se ha dedicado al estudio del impacto de estos robots en la sociedad a través de su Fundación Robótica Responsable indica: “Algunos dicen que es mejor violar a un robot que a la gente de verdad. También hay otros que dicen que esto incentiva aún más a los violadores”. Por otra parte, Laura Bates, fundadora de la campaña “Proyecto de Sexismo Diario”, condenó a la muñeca en el New York Times: “la violación no es un acto de pasión sexual. Es un crimen de violencia contra la mujer”, escribió.
“No deberíamos incentivar a violadores a encontrar un lugar seguro así como tampoco debemos facilitarle las cosas a los asesinos entregándoles objetos realistas y sangrantes para apuñalar”, añadió Bates.
Dicha empresa ha tenido que enfrentar las repercusiones de sus muñecas, que han sido acusadas de “normalizar el crimen sexual”. Un representante de True Companion afirmó: “La muñeca no está programada para participar en un escenario de violación y el hecho de que termine en algo así, sería algo que depende de otros”.
“No besarías apasionadamente a una persona que conociste en tu primera cita. A sí mismo, Frigid Farrah también te dirá que se acaban de conocer y que estás yendo demasiado rápido”, agregó.
No obstante, sólo basta ver los nombres y descripciones de las muñecas para saber que algo no está bien en la compañía. No sólo con “Farrah frígida”, sino que también con el resto de ellas.
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