En Estados Unidos los agricultores han tenido que abandonar cinco mil hectáreas de soya transgénica y otras cincuenta mil están en serio peligro. Esto se debe a una “mala hierba”, el amaranto(conocida en el Perú como kiwicha) que decidió atacar a la transnacional Monsanto, conocida por su producción y comercialización de semillas transgénicas.
En el 2004, un agricultor de Atlanta comprobó que algunos brotes de amaranto resistían el poderoso herbicida “Roundup”. Los campos afectados por esta hierba invasora habían sido sembrados con granos Roundup Ready, que contienen una semilla con un gen resistente al herbicida.
Desde entonces la situación ha ido de mal en peor y se ha extendido a Carolina del Sur y del Norte, Arkansas, Tennessee y Missouri. De acuerdo a un grupo de científicos británicos del Centro para la Ecología e Hidrología, ha habido una transferencia de genes entre la planta modificada genéticamente y algunas hierbas como el amaranto.
El amaranto se caracteriza por contener gran cantidad de proteínas, muchas más que la soya y además de vitaminas A y C. Por ahora, Estados Unidos está enfocado en eliminar esta resistente planta que supera a la tecnología de Monsanto: se reproduce en casi cualquier clima, no le afectan enfermedades ni insectos por lo que no necesita químicos.
El New York Times describía hace 20 años al amaranto como el alimento del futuro, mientras que ahora lo tratan despectivamente, como si se tratara de una horrible plaga de la que hay que deshacerse.
Comparte este artículo con tus amigos, conocerán una planta con grandes poderes.