La lucha por llegar a final de mes es real: los gastos fijos, los imprevistos, los variables, los pequeños, las subidas de tarifa…por muy previsores que seamos, parece imposible estar preparado para el caos financiero en el que vivimos.
Por eso los métodos de ahorro para enfrentar los imprevistos son tan útiles, y mejor si pruebas con uno que lleva más de un siglo funcionando.
Se trata de Kakebo, un sistema para llevar las finanzas personales creado en Japón en 1904 por la periodista y editora de revista femenina Motoko Hani.
A nivel práctico, este método consiste en llevar registro de los ingresos y los gastos, realizando un balance mes a mes que nos permita fijar objetivos de ahorro claros y alcanzables.
1.Primero, debes restar tus gastos fijos a tus ingresos, ya que ese será el dinero del que dispondrás hasta el siguiente pago.
2.Proyecta, con esos datos en mente, cuánto quieres ahorrar y para qué lo destinarías. Puedes hacer pequeños sacrificios para aumentar tu capital disponible: comprar en una tienda más lejana pero más barata, dejar de fumar, moverte más en bicicleta, etcétera.
3.Luego, en el transcurso del mes, anota cada gasto que tengas en razón del día en que ocurrió y la categoría a la que corresponda: ocio, emergencia, transporte, salud, etcétera. Al final de cada semana, calcula los totales por cada categoría.
4.Cuando finalice el mes, haz un balance cualitativo (cuánto gastaste) y cualitativo (en qué gastaste, qué objetivos te habías planeado y qué podrías modificar para alcanzarlos).
Una vez que registres todos esos gastos, podrás comparar por categorías mes a mes e ir cambiando lo necesario para tener más dinero disponible a fin de mes.
Consigue una liberta y ¡a trabajar!
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