La historia que narraremos a continuación es la de Bruno. Un pequeño perro recogido por The Oregon Human Society (OHS) con tan solo 3 meses de edad y con graves discapacidades; Bruno no podía ver ni escuchar.
A pesar de representar un enorme desafío en término de cuidados y adaptación al medio, los voluntarios del refugio se dedicaron con toda su paciencia y cariño a entregarle lo que este pequeñito tanto necesitaba. También tenían una ardua misión, encontrar un hogar para él.
Luego de un tiempo, Bruno fue adoptado. Sin embargo, transcurridos 2 meses lo devolvieron al refugio porque dijeron no ser aptos para entregar los cuidados especiales que requería este pequeño. Nuevamente en el refugio, el personal se preocupó de él a la espera de que llegara otra familia y así fue, pero pronto estuvo de regreso por los mismo motivos anteriores. Por fortuna, a los 8 días de haber vuelto, apareció la familia cariñosa, dedicada y comprometida que Bruno tanto había estado esperando. Se adaptaron a él y con tiempo fue aprendiendo a localizar su comida y agua para finalmente poder alimentarse e hidratarse por sí solo.
A pesar de la preocupación de sus cuidadores temporales, Bruno tuvo la oportunidad de encontrar a quienes lo quisieran tal cual es y ahora es un miembro más de una familia que lo ama y protege a pesar de su discapacidad.
Fuente : zoorprendente
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