Heather McManamy, una joven madre de 36 años de Wisconsin, EE.UU, falleció a principio de semana, tras una larga lucha contra el cáncer . Heather fue diagnosticada de cáncer de mama en el año 2013, pero ha sabido aprovechar cada uno de los días que, como ella misma dice, que le fueron regalados. Ahora, su marido Jeff ha hecho pública una emotiva carta. La carta está escrita con alegría, pero es muy conmovedora. Está dirigida a todas las personas que formaron parte de su vida, en especial a su marido y a su amada hija.
Esta es la carta que logró hacerse viral en un abrir y cerrar de ojos:
Hola a todos,
Estoy publicando esto en nombre del amor de mi vida. Estas son sus palabras. Mucho amor para todos.
Jeff Mcmanamy
“Así que… Tengo buenas noticias y malas noticias. La mala noticia es que, al parecer, estoy muerta. Las buenas noticias son, que tu definitivamente estás vivo, (a menos que tengan wifi en el más allá).
Sí, esto es horrible, más de lo que quiero admitir, pero al menos estoy feliz de haber vivido una vida llena de amor, alegría y amigos increíbles. Tengo la suerte de poder decir con toda honestidad que no tengo remordimientos y que invertí cada gramo de energía en vivir la vida al máximo. Los quiero a todos, gracias por esta vida tan increíble.
Sea cual sea la religión que te ofrezca consuelo, yo estoy feliz de que la tengas. Sin embargo, pido respeto para aquellos que no somos religiosos. Por favor, por favor, por favor no le digas a Brianna (mi hija) que estoy en el cielo. En su mente, eso significa que yo elegí estar en otro lugar y la abandoné.
En realidad, hice todo lo posible para estar aquí con ella. Para mi no hay ningún otro lugar en el que preferiría estar, antes que aquí con ella. Y Jeff.
Por favor, no la confundas y no le hagas pensar en ello ni un solo segundo, porque eso no es cierto. Porque yo no estoy en el cielo, estoy aquí. Ya no ocupo mi cuerpo de mierda que se volvió en contra mí. Mi energía, mi amor, mi risa, esos recuerdos increíbles, todo está aquí contigo.
Por favor, no pienses en mí con pena o tristeza. Sonríe, sabiendo que tuvimos grandes momentos juntos y fueron increíbles. Odio a la gente triste. Más que nada, me encanta hacer reír y sonreír, así que por favor, en lugar de detenernos en el trágico final de mi historia, detengámonos en los recuerdos divertidos que creamos juntos. Por favor cuéntale a Brianna esas historias, así ella sabrá cómo era, cuánto la amo y cuán orgullosa de ella voy a estar (y de paso hazme parecer un poco más interesante y cool de lo que soy). Porque no hay nada que ame más que ser su mamá. Nada. Cada momento junto a ella me daba una felicidad que no podía siquiera imaginar, hasta que ella llegó a nuestro mundo.
Y no digas que perdí mi batalla contra el cáncer. Porque el cáncer puede haberse llevado casi todo, pero nunca me arrebató mi amor, mi esperanza o mi alegría. No era una “batalla” era sólo parte de la vida, a menudo brutalmente azarosa e injusta, simplemente es así cómo sucede a veces. Yo no perdí, maldita sea. La manera en que viví durante años con el cáncer, es algo que considero una gran victoria. Recuérdalo, por favor.
Lo más importante, fue la suerte de pasar más de una década con el amor de mi vida y mi mejor amigo, Jeff. El amor verdadero y las almas gemelas existen.
Cada día estaba lleno de alegría y amor con Jeff a mi lado. Él es realmente el mejor esposo del universo. Durante toda la mierda de mi cáncer, nunca vaciló donde mucha gente querría huir. Incluso en los peores días que puedas imaginar, hemos encontrado siempre una manera de reírnos juntos. Lo amo más que a mi vida y realmente creo que un amor como este es tan especial que vivirá para siempre. El tiempo es la cosa más preciada de este mundo y haber compartido mi vida durante tanto tiempo con Jeff, es algo por lo que estoy increíblemente agradecida. Te amo, Jeff.
Creo que lo impresionante es que Brianna es el fruto de nuestro amor hecho vida, algo que es bastante bonito. Me rompe absolutamente el corazón tener que decir adiós. Si es la mitad de triste para ti como lo es para mí, sabrás que mi corazón se rompe porque la última cosa que quiero hacer es, hacerte sentir triste. Espero que con el tiempo, puedas pensar en mí y sonreír, porque tuvimos una vida impresionante. Busca en tu google físico y sabrás que siempre estaré con vosotros de alguna manera. Yo sé, que si te paras y buscas lo suficiente, te darás cuenta de que estaré allí contigo (en el sentido menos espeluznante posible). Fuiste parte de mi mundo y me encantó cada segundo que pasamos juntos.
Amigos, los quiero a todos y gracias por la vida más maravillosamente increíble que me han dado. Y gracias a todos mis médicos y enfermeras asombrosas que han cuidado de mi. No dudo de que mi equipo hizo todo lo que estuvo en sus manos.
Desde el fondo de mi corazón, les deseo a todos vidas largas y saludables. Espero que puedan experimentar el mismo aprecio que yo por cada unos de los días que les han regalado.
Si vas a mi funeral, haz que la cuenta del bar me haga sentir orgullosa. Heck, pon la canción “Keg on my coffin” y baila en la barra del bar para mí. Celebremos la belleza de la vida con una gran fiesta, porque sabes que es lo que quiero, y creo que, de una forma extraña, encontraré una manera de estar allí (sabes cuánto odio perderme la diversión).
Esperaré a que lleguen cada uno de ustedes, así que esto no es tanto un adiós, como un hasta luego. Por ello, hazme un favor y tómate unos minutos cada día para valorar esta frágil y loca aventura que es la vida. No lo olvides nunca: cada día cuenta.
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