Brock O’Hurn pareciera ser un chico perfecto. Mide 2,10 metros y tiene un físico escultural. Siempre ha obtenido buenas calificaciones, practica deportes, no fuma ni bebe, tiene dinero pero hace alarde ellos y todas las chicas mueren por él pero no se aprovecha de ninguna. También posee una sonrisa encantadora, es simpático, ayuda a los demás, disfruta pasar tiempo jugando con sus sobrinos y sus perros. En resumen.. parece demasiado perfecto para ser verdad.
Tiene más de 800.000 seguidores en Instagram y 334.000 fans en Facebook y se define como un chico absolutamente normal, excepto que gana 30.000 dólares por campaña publicitaria.
Es entrenador personal, tiene 23 años y de California. Sin embargo, este total desconocido ha saltado a la fama en los dos últimos meses como uno de los chicos más prometedores.
Actualmente, toda chica que lo conoce sueña con tenerlo como novio y lamentan que Brock no sea su marido. Además, no tiene novia y jamás aparece en fotos con otras chicas que no sean su madre, sus hermanas o alguna amiga de la infancia.
Se reconoce como una persona tímida que logró vencer su fobia social cuando comenzó a trabajar en la tienda de “Abercrombie” en Los Ángeles y teme asustar a la gente con su corpulencia.
Dice pertenecer a la vieja escuela: “Aunque soy joven, soy muy de la vieja escuela en el sentido de que soy el chico que siempre abrirá la puerta y te diría que te sientes en el coche mientras corro al otro lado para abrirte la puerta. No te dejaría pagar en una cita, ni te dejaría andar por la parte exterior de la acera. Así es como soy”.
Brock parece haber nacido para vender campañas publicitarias y en su cuenta de Instagram jamás encontrarás una foto subida de tono, bebiendo un trago o fumando un cigarrillo. Solo publica fotos con sus perros, disfrutando de su vida familiar pero por lo general, sin camiseta, lo que no molesta en lo absoluto a sus seguidoras.
Comparte este artículo con tus amigos, realmente parece creado por Disney.