No hay nada más increíble que ver a tu hijo descubrir el mundo junto a ti. Lo que pasa, es que al ir creciendo, dejamos de encantarnos con las cosas simples de la vida y empezamos a preocuparnos de las cosas que no son realmente primordiales.
Ver y escuchar a un niño que se asombra por las cosas más cotidianas, debe ser siempre un recordatorio de lo hermosa y simple que es la vida. Es por esto, que no puedes dejar de ver a este bebito, que no puede más con la risa, al escuchar a su papá tocar la guitarra.
¡Es para derretirse!
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